La operación de compra-venta se utiliza a menudo en mercados donde se espera que el precio de un activo disminuya, lo que permite al vendedor en corto beneficiarse de la diferencia entre el precio de venta inicial y el precio de recompra más bajo. Sin embargo, esta estrategia conlleva riesgos, ya que si el precio del activo sube en lugar de bajar, el vendedor en corto podría enfrentar pérdidas significativas.